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Los enemigos de las plantas. Una clasificación fácilSafe Creative #1302014519271

Básicamente, podemos establecer dos grandes grupos de enemigos: las enfermedades y las plagas.

Las carencias o excesos de nutrientes y también las condiciones del medio (temperaturas extremas, golpes de sol, polución, etc.) también afectan al correcto desarrollo de las plantas. Por eso, deberán tenerse en cuenta, ya que además de presentar síntomas parecidos a los de las enfermedades, también pueden propiciar la aparición de éstas debido a la debilidad que generan en las plantas.

Enfermedades

Decimos que una planta está afectada por una enfermedad cuando se ve condicionada negativamente por agentes patógenos (hongos, bacterias, nematodos, virus y similares).

Hongos de suelo y basculares

Rhizoctonia

Rhizoctonia

Este tipo de patógenos atacan a las plantas desde el suelo, donde tienen su medio natural, y las partes afectadas de las plantas son las raíces y la parte del tallo más inmediatamente cercana al suelo. Atacan a todos los tipos de plantas y suelen tener consecuencias fatales para ellas produciendo un colapso total.

Atienden a nombres variopintos como: Verticillium, Fusarium, Rhizoctonia, Phytophtora, Pytium, Sclerotium y Sclerotina.

Son hongos que atacan cuando las condiciones de drenaje y aireación son deficientes y cuando las plantas son más débiles y tienen menos defensas, como tras la germinación o en el trasplante.

 

SINTOMAS

Debilidad en las plantas, amarilleamientos, flacidez en las hojas y finalmente muerte de las plantas.

Si afecta a semillas puede que ni lleguen a nacer o provoca muerte de las plántulas tras la nascencia.

Si arrancamos la planta observamos que las raíces son de color marrón oscuro y no hay raíces jóvenes blanquinosas.

Ciertos tipos de hongos afectan al cuello de la planta provocando su adelgazamiento y volviéndolo de color marrón oscuro.

CONTROL

El control de estas enfermedades es difícil, por lo que las medidas preventivas serán nuestras más eficaces herramientas de trabajo.

Suelos trabajados, con buena estructura y buen nivel de materia orgánica donde no se acumule en exceso el agua ni se apelmace el entorno de las raíces de las plantas. Control de los excesos de riego.

Plantas fuertes, grandes y sanas en el momento del trasplante serán nuestras mejores armas. Especialmente indicados son los planteles de Fitoralia ya que su gran tamaño de planta, y sobre todo su gran cepellón de raíces confieren a la planta una resistencia superior al resto de planteles a este tipo de enfermedades.

El control de la enfermedad una vez contraída es difícil, por lo que, en el caso de tener plantas afectadas, es recomendable arrancar, eliminar y deshacerse de esa planta (no tirar a la compostadora ya que propagaría el hongo).

En el caso del cultivo fuera tierra, eliminar ese substrato y poner de nuevo tras desinfectar con lejía el recipiente de cultivo.

En casos de suelos muy afectados por estos hongos se puede plantear una desinfección del suelo mediante un método conocido como 'Solarización' que consiste en recubrir el terreno después de regarlo durante el verano con un plástico durante varias semanas para que las altas temperaturas que se produzcan maten a los hongos.

CONTROL QUÍMICO

De forma preventiva se pueden realizar tratamientos dirigidos al suelo y al cuello de las plantas con un fungicida sistémico específico que contenga fitoalexinas una vez a la semana durante las primeras semanas de cultivo.

Pytium   Sclerotinia sclerotiorum

Pytium                                                      Sclerotinia sclerotiorum

Hongos aéreos

Las enfermedades causadas por este tipo de hongos son diversas y atacan a un número considerable de plantas. Entre las más conocidas caben destacar:

 Mildiu

Mildiu de la lechuga

Mildiu de la lechuga

Mildiu en acelga

Mildiu de la acelga

Mildiu de la cebolla

Mildiu de la cebolla

 

Ataca a casi todas las plantas del huerto. Sus síntomas se manifiestan en ataques a las hojas, primero como una mancha aceitosa y amarillenta que se extiende y posteriormente con el amarronamiento y sequedad de las zonas afectadas.

Ataca en condiciones de temperaturas y humedad altas, por lo que son se corre más riesgo en primavera y en otoño.

CONTROL

En caso de huertos mal ventilados se deben establecer marcos de plantación más amplios y de pasillos más anchos. Cuando sea posible y en caso de plantas de follaje muy espeso, hay que liberar la planta de las hojas no funcionales mediante la poda de las mismas. Es el caso del tomate, que se le puede liberar de las hojas hasta el primer pomo de frutos.

Es importante evitar los riegos por aspersión en épocas sensibles, es decir, en épocas de humedad y temperaturas altas.

También en estos periodos sensibles se deben realizar aplicaciones de fungicida preventivo a base de cobre como el Fungicida Cobre, producto autorizado para uso ecológico. Se aplica después de lluvias una vez las plantas estén secas o cada diez días aproximadamente.

Hay que eliminar y deshacerse de hojas o plantas muy afectadas.

CONTROL QUÍMICO

En el caso de observar los primeros síntomas se puede detener y curar la enfermedad con productos sistémicos que contengan fitoalexinas.

Mildiu en tomate

Mildiu en tomate

Mildiu en tomate

Mildiu en tomate

Mildiu en Calabacín

Mildiu en Calabacín

Mildiu en lechuga

Mildiu en lechuga

Oídio

Oídio en pepino

Oidio en pepino

Enfermedad también conocida como “ceniza”. Se caracteriza por unas manchas blanquecinas en las hojas de textura polvorienta y las hojas van adquiriendo un tono amarillo y acaban por caerse.

No necesita de niveles de humedad altos para actuar por lo que es bastante persistente a lo largo del año.

Ataca especialmente a cucurbitáceas (pepino, calabacín etc), judías y berenjenas.

CONTROL

Eliminar y deshacerse de las hojas o cultivos afectados.

Realizar tratamientos preventivos en plantas sensibles con un fungicida a base de azufre (autorizado para uso ecológico). El azufre se puede aplicar en forma sólida con una espolvoreadora o en forma líquida (Elosal o Antioídio biológico) con un azufre en formulación mojable para mezclar con agua. HAY QUE PONER MUCHA ATENCIÓN EN NO APLICAR AZUFRE CON TEMPERATURAS ALTAS SUPERIORES A 30 ºC YA QUE PUEDE PROVOCAR QUEMADURAS EN LAS HOJAS.

CONTROL QUÍMICO

El azufre y la eliminación de hojas afectadas pueden resultar muy efectivos. En el caso de que sea necesario otro tipo de tratamiento podemos utilizar un fungicida antioídio en una o dos aplicaciones, la segunda a los diez días.

Oídio en pepino

Oídio en pepino

Oídio en tomate

Oídio en tomate

Roya

Se caracteriza por puntitos de color anaranjado en las hojas. Si continúa su evolución, seca la hoja y produce su caída o incluso la muerte de la planta.

CONTROL

Evitar las humedades excesivas y eliminar las hojas y partes afectadas de las plantas.

Favorecer la ventilación de las plantas.

CONTROL QUÍMICO

Realizar tratamientos con un fungicida de uso general una o dos aplicaciones, la segunda a los diez días.

Roya en haba

Roya en haba

Roya en Judía

Roya en Judía

Moteado, cribado

Este tipo de enfermedades recoge síntomas de diversos hongos que se caracterizan por marcas de diferentes formas y coloraciones en las hojas que suelen tener límites definidos. En ocasiones, se seca la parte central de la mancha y se desprende produciendo un efecto de perdigonado en la hoja.

CONTROL

Evitar las humedades excesivas y eliminar las hojas y partes afectadas de las plantas.

Favorecer la ventilación de las plantas.

En épocas sensibles (alta humedad y altas temperaturas) realizar aplicaciones de fungicida preventivo a base de cobre como el Fungicida Cobre, producto autorizado para uso ecológico. Aplicar después de lluvias una vez las plantas estén secas o cada diez días aproximadamente.

CONTROL QUÍMICO

Realizar tratamientos con el un fungicida polivalente, una o dos aplicaciones, la segunda a los diez días.  
Septoria en Tomate

Septoria en Tomate

Alternaria en tomate

Alternaria en tomate

Alternaria en tomate

Alternaria en tomate

Botrytis o Podredumbre gris

Botrytis en fresón

Botrytis en fresón

Esta enfermedad es frecuente en ambientes cerrados como túneles y pequeños invernaderos y en plantas de tejidos tiernos sometidos a alta humedad. Sus primeros síntomas son manchas de aspecto mojado en cualquier parte aérea de la planta y continúa su evolución presentando un moho gris esponjoso que afecta gravemente allí donde aparece.

CONTROL

En caso de huertos mal ventilados, se deben establecer marcos de plantación más amplios y de pasillos más anchos. En invernaderos y túneles hay que propiciar la ventilación y el movimiento de aire en la medida de lo posible.

Evitar los riegos por aspersión.

Eliminar y deshacerse de hojas o plantas muy afectadas.

CONTROL QUÍMICO

No existen en el mercado productos autorizados para uso doméstico específicos para el tratamiento de esta enfermedad. En el caso de cultivos forzados en invernaderos domésticos con poca ventilación se pueden utilizar tratamientos con fungicidas generales, una o dos aplicaciones, la segunda a los diez días.
Botrytis en calabacín

Botrytis en calabacín

Botryitis en lechuga

Botryitis en lechuga

Antracnosis

Esta enfermedad produce manchas negras en hojas que parten de las venas y las siguen o producen círculos concéntricos. Finalmente, produce la defoliación de la planta y la depreciación de la producción.

CONTROL

Favorecer la ventilación y evitar humedades innecesarias.

Es muy importante eliminar y deshacerse de hojas o plantas afectadas ya que afectará con facilidad al cultivo de temporadas próximas.

Si aparecen ataques rigurosos, se pueden efectuar aplicaciones de un fungicida a base de cobre como el Fungicida Cobre, producto autorizado para uso ecológico. Aplicar después de lluvias una vez las plantas estén secas o cada diez días aproximadamente.

CONTROL QUÍMICO

Realizar tratamientos con fungicidas generales, una o dos aplicaciones, la segunda a los diez días.
Antracnosis en judía

Antracnosis en judía

Antracnosis en judía

Antracnosis en judía

Antracnosis en maíz

Antracnosis en maíz

Antracnosis en pepino

Antracnosis en pepino

Enfermedades producidas por bacterias y virus

Virus de la cuchara del tomate

Virus de la cuchara del tomate

Existe un abanico grande de enfermedades producidas por estos patógenos. Estos microorganismos penetran en las plantas por diversas vías, transmitidos por insectos que chupan de una planta y los contagian a otra, por las gotas de lluvia que golpean una hoja de una planta infectada y lo llevan a otra, por la fricción producida por el viento entre las hojas, o los portadores podemos ser nosotros mismos cuando realizamos trabajos de poda o tocando unas hojas y luego llevando la infección más allá al tocar otra planta sana.

Producen diversos tipos de amarilleamientos, manchas en forma de mosaicos, motitas negras, enrollados y crecimientos deformes en los tallos jóvenes.

Por suerte no suelen ser afecciones frecuentes y el mejor método de control es eliminar y deshacerse de la planta afectad. Es muy importante no dejarla en la compostadora o en una zona cercana, ya que los insectos podrían seguir actuando como vectores de propagación.

CONTROL

Favorecer la ventilación y evitar humedades innecesarias.

Controlar los vectores de propagación, los insectos chupadores.

Es muy importante eliminar y deshacerse de hojas o plantas afectadas es muy importante no dejarla en la compostadora o en una zona cercana, ya que los insectos podrías seguir actuando como vectores de propagación.

No existe tratamientos efectivos contra virus, y en el caso de aparecer ataques de bacterias (en ocasiones se trata de moteados suaves en las hojas más viejas se puede controlar con aplicaciones de un fungicida a base de cobre como el Fungicida Cobre, producto autorizado para uso ecológico. Aplicar después de lluvias una vez las plantas estén secas o cada diez días aproximadamente.

Bacteria Clavibacter michiganensis en tomate

Bacteria Clavibacter michiganensis en tomate

Bacteria Pseudomonas syringae en pimiento

Bacteria Pseudomonas syringae en pimiento

Bacteria Xanthomonas campestris en tomate

Bacteria Xanthomonas campestris en tomate

Virus de la mancha anular del tomate 2

Virus de la mancha anular del tomate 2

Virus del bronceado del tomate

Virus del bronceado del tomate

Virus del bronceado del tomate

Virus del bronceado del tomate

Bacteria Xanthomonas fragariae en fresa

Bacteria Xanthomonas fragariae en fresa

Virus del mosaico del pepino

Virus del mosaico del pepino

Plagas

Decimos que una planta está afectada por una plaga cuando presenta ataques causados por parásitos animales.

Insectos

Abejorro en flor de habaLos insectos son animales invertebrados, también conocidos como artrópodos, se caracterizan por tener antenas, tres pares de patas y, algunos de ellos, alas.

En un huerto coexisten insectos beneficiosos y perjudiciales para nuestros cultivos. Será nuestra labor intentar proteger y potenciar a los favorables y disminuir el efecto pernicioso de los que no lo son tanto.

 

Insectos de suelo

Atacan a las raíces y a la base del tallo de numerosas plantas hortícolas. Son conocidos como gusanos blancos y gusanos de alambre. Los adultos de estas larvas no producen daños. Sin embargo, sus larvas viven en el suelo y se alimentan de materia orgánica en descomposición y de las raíces y tallos de plantas jóvenes y tiernas.

 

CONTROL

Facilitar la aireación del suelo consiguiendo una buena estructura del mismo. Reducir los abonados de estiércol que contengan mucha paja y el compost, sobre todo si procede de madera en descomposición. Plantas fuertes, grandes y sanas en el momento del trasplante serán nuestras mejores armas. Mientras menos tiernos sean los cuellos de las plantas menos posibilidades de atacarlas tendrán los insectos. Especialmente indicados son los planteles de Plantelia ya que su gran tamaño de planta ofrece una resistencia superior al resto de planteles.

CONTROL QUÍMICO

Buscar en el mercado productos insecticidas en forma de cebo granulado que se reparte por la zona afectada.
Gusano de alambre agriotes

Gusano de alambre agriotes

Gusano Blanco Melolontha

Gusano Blanco Melolontha

Insectos devoradores de hojas y frutos

Se trata de insectos en forma de larva (la oruga de una mariposa) o adultos (escarabajo de la patata) que se alimentan de las hojas y frutos de nuestros cultivos. Algunos mordisquean la hojas, otros taladran los tallos o los frutos produciendo galerías que afectan gravemente a la planta o al fruto. Sus daños van de menos a más y pueden llegar a defoliar una planta o depreciar un fruto por completo.

No se deben confundir sus efectos con los causados por caracoles y babosas que se distinguen por el rastro brillante que las mucosas de estos animales dejan tras de sí.

CONTROL

Si la plaga se encuentra muy localizada, es fácil eliminar los insectos mecánicamente y hacer un seguimiento posterior. En la naturaleza existen depredadores naturales de estos insectos. En un entorno equilibrado los niveles de daño causados por una plaga pueden ser asumibles, y sus enemigos naturales (otros insectos depredadores, hongos y bacterias) deberían mantener el número de estos insectos en niveles bajos. Por tanto, debemos encaminar nuestras actuaciones a mantener este equilibrio evitando eliminar la fauna útil con el uso de insecticidas generales. En el caso de necesitar de nuestra intervención, y dentro de los métodos de control autorizados en cultivo ecológico podemos ayudarnos con la introducción de trampas delta o trampas de agua con atrayentes basados en feromonas sexuales que se pueden usar para controlar diversos tipos de plagas como la tuta del tomate y otras orugas como heliothis que atacan a tomate y otros cultivos. Existen patógenos que atacan a la plaga y que se pueden aplicar como un fitosanitario. Colonizan y eliminan las larvas de estos insectos y nos sirven para su control. Es el caso de la bacteria Bacillus thurgensis. También podemos aplicar insecticidas autorizados en cultivo ecológico. Son insecticidas compuestos por extractos de plantas. Un insecticida compuesto de piretrinas naturales provinientes de la flor del crisantemo, es un insecticida general y como tal no respeta la fauna auxiliar. Otro caso es el de la Azadiractina, materia activa del aceite de Neem, es un insecticida regulador del crecimiento cuyo principio activo actúa por contacto directo e ingestión de las larvas y se extrae de las semillas de los frutos del árbol del neem, es un producto de probada eficiencia insecticida.  

CONTROL QUÍMICO

La combinación de actuaciones anteriores suele dar buenos resultados. Si, a pesar de todo, no conseguimos controlar la plaga, existe un amplio abanico de productos insecticidas de síntesis para eliminar el problema. Es necesario que se preste atención a los plazos de seguridad de los productos y usarlos convenientemente.

Insectos chupadores

Son parásitos que chupan la savia de las plantas debilitándolas.

Pulgones

Los pulgones son insectos con forma de rombo de entre 1 y 9 mm, de color usualmente verde, negro, blanco o marrón y sólo algunos tienen alas. Sus ataques son frecuentes en primavera y otoño, cuando se reproducen con facilidad. Producen daños al picar con su estilete los tejidos de los tallos y hojas más jóvenes, debilitando la planta y deformándola en su crecimiento, produciendo enrollamientos en las hojas.

Son transmisores de virus, por lo que debemos evitar que se propaguen de una planta a otra. Un tercer daño asociado es que son insectos que excretan una sustancia azucarada que propicia el desarrollo de hongos en la superficie de las hojas, produciendo una especie de capa de hollín (negrilla) que dificulta la recepción de luz por la planta y la fotosíntesis, debilitando aún más el cultivo.

Esta melaza atrae a las hormigas que suelen hacer uso de los pulgones como si fueran auténticos rebaños y los conducen a otras zonas de la planta propagando con más rapidez la plaga. En ocasiones buscamos productos para acabar con las hormigas en nuestro huerto porque se suben a las plantas; la razón es que van en busca de la melaza producida por los pulgones y lo que debemos controlar son los pulgones, no las hormigas que no son dañinas para los cultivos.

CONTROL

Si la plaga se encuentra muy localizada, es fácil eliminar los insectos mecánicamente y hacer un seguimiento posterior. En la naturaleza existen depredadores naturales de estos insectos. En un entorno equilibrado los niveles de daño causados por una plaga pueden ser asumibles, y sus enemigos naturales (otros insectos depredadores, hongos y bacterias) deberían mantener el número de estos insectos en niveles bajos. Por tanto, debemos encaminar nuestras actuaciones a mantener este equilibrio sin eliminar, por ejemplo, la fauna útil mediante el uso de insecticidas generales. También podemos aplicar insecticidas autorizados en cultivo ecológico. Son insecticidas compuestos por extractos de plantas. Los insecticidas de piretrinas naturales provinientes de la flor del crisantemo, son un insecticida general y como tal no respeta la fauna auxiliar. Otro caso es el de la Azadiractina, materia activa del aceite de Neem, es un insecticida regulador del crecimiento cuyo principio activo actúa por contacto directo e ingestión de las larvas y se extrae de las semillas de los frutos del árbol del neem, es un producto de probada eficiencia insecticida. Como complemento se pueden realizar tratamientos de Aceite insecticida. Estos productos también se pueden combinar con Jabón Potasico que produce un doble efecto: la limpieza de la melaza solapada y, al igual que el aceite, inmoviliza a los adultos que toca. ATENCIÓN estos productos por definición actúan por contacto, el tratamiento debe afectar directamente a la plaga; si no se trata con rapidez el ataque del pulgón deforma la hoja hasta tal punto que el pulgón queda escondido en el interior de la hoja, de manera que el tratamiento no le afecta y, en ese caso, debemos eliminar manualmente esas hojas.

CONTROL QUÍMICO

La combinación de actuaciones anteriores suele dar buenos resultados. Si, a pesar de todo, no conseguimos controlar la plaga, existen productos insecticidas de síntesis para eliminar el problema. Es necesario que se preste atención a los plazos de seguridad de los productos y usarlos convenientemente. Si no se trata con rapidez, el ataque del pulgón deforma la hoja hasta tal punto que el insecto queda escondido en el interior de la hoja. En ese caso, lo aconsejable es hacer uso de un insecticida sistémico. Tras ser aplicado, el producto es absorbido por la planta y pasa al insecto cuando éste chupa la savia, eliminando la plaga.  
Mosca Blanca

Mosca blanca 1 La mosca blanca es una plaga que puede afectar durante gran parte del año a nuestros cultivos de invernadero y, en el exterior, a los cultivos más estivales.

Tomates y judías están entre sus elecciones principales, pero pueden afectar al resto de cultivos. Se trata de insectos voladores pequeños de color blanco de 1 ó 2 mm que pueden formar auténticas nubes al agitar las hojas de nuestras plantas.

Podemos encontrar otros estados en el envés de las hojas y observar huevos y ninfas. Los adultos y las ninfas producen daños al succionar la savia de la planta. Son transmisores de virus, por lo que debemos evitar que se propaguen de una planta a otra.

Estos insectos excretan una sustancia azucarada que propicia el desarrollo de hongos en la superficie de las hojas, produciendo una especie de capa de hollín (negrilla) que dificulta la recepción de luz por la planta y la fotosíntesis, debilitando aún más el cultivo.

CONTROL

En la naturaleza existen depredadores naturales de estos insectos. En un entorno equilibrado los niveles de daño causados por una plaga pueden ser asumibles, y sus enemigos naturales (otros insectos depredadores, hongos y bacterias) deberían mantener el número de estos insectos en niveles bajos. Por tanto, debemos encaminar nuestras actuaciones a mantener este equilibrio sin eliminar, por ejemplo, la fauna útil mediante el uso de insecticidas generales. También podemos aplicar insecticidas autorizados en cultivo ecológico. Son insecticidas compuestos por extractos de plantas. Las piretrinas naturales provinientes de la flor del crisantemo, son un insecticida general y como tal no respeta la fauna auxiliar. Otro caso es el de la Azadiractina, materia activa del aceite de Neem, es un insecticida regulador del crecimiento cuyo principio activo actúa por contacto directo e ingestión de las larvas y se extrae de las semillas de los frutos del árbol del neem, es un producto de probada eficiencia insecticida. Como complemento se puede combinar con tratamientos de Aceite insecticida. Estos productos también se pueden combinar con Jabón Potasico que produce un doble efecto: la limpieza de la melaza solapada y, al igual que el aceite, inmoviliza a los adultos que toca.

CONTROL QUÍMICO

La combinación de actuaciones anteriores suele dar buenos resultados. Si, a pesar de todo, no conseguimos controlar la plaga, existe un amplio abanico de productos insecticidas de síntesis para eliminar el problema. Hay que prestar atención a los plazos de seguridad de los productos y usarlos convenientemente. La mosca blanca se reproduce muy rápidamente, por lo que, en ocasiones, tras hacer un tratamiento de choque, observamos que los adultos desaparecen, pero a los pocos días vuelven a aparecer. Esto es debido a que las ninfas han evolucionado a adultos y los huevos han eclosionado, por lo que el problema vuelve a su inicio. En ocasiones, da buenos resultados combinar un producto ovicida y larvicida conjuntamente con un producto que afecte a los adultos. Es muy importante aplicar con uniformidad los tratamientos y llegar a mojar el envés de las hojas, que es donde están los huevos y las ninfas. Estos tratamientos se pueden complementar igualmente con Aceite insecticida y combinar con Jabón Potasico que produce un doble efecto, la limpieza de la negrilla solapada y, al igual que el aceite, inmoviliza a los adultos que toca.

Insectos minadores de hojas

Se trata de insectos que ponen sus huevos en las hojas de las plantas, y sus larvas producen galerías por debajo de la epidermis de la hoja hasta que, una vez concluido su desarrollo, eclosionan y salen volando en forma adulta.

Son habituales en tomate y judía donde, si los ataques son considerables, producen pérdidas en el rendimiento de las plantas.

CONTROL

En la naturaleza existen depredadores naturales de estos insectos. En un entorno equilibrado los niveles de daño causados por una plaga pueden ser asumibles, y sus enemigos naturales (otros insectos depredadores, hongos y bacterias) deberían mantener el número de estos insectos en niveles bajos. Por tanto, debemos encaminar nuestras actuaciones a mantener este equilibrio. Podemos aplicar insecticidas autorizados en cultivo ecológico como la Azadiractina, materia activa del aceite de Neem , es un insecticida regulador del crecimiento cuyo principio activo actúa por contacto directo e ingestión de las larvas y se extrae de las semillas de los frutos del árbol del neem, es un producto de probada eficiencia insecticida.

CONTROL QUÍMICO

En caso de ataques severos podemos hacer servir un insecticida de síntesis con capacidad de atravesar la epidermis y actuar de forma sistémica. Hay que prestar atención a los plazos de seguridad de los productos y usarlos convenientemente.

Ácaros

Los ácaros son arácnidos y se les reconoce por tener 8 patas. La plaga más extendida es conocida como araña roja, pero también las hay de color blanco y amarillo.

Se reproducen con rapidez en condiciones de alta temperatura y humedad relativa media o baja y en el caso de la araña roja forma tenues telarañas en el reverso de las hojas donde se pueden observar con facilidad a estos animales.

Otros tipos de araña son difícilmente visibles a simple vista, pero sus efectos sí son fácilmente reconocibles. Atacan las partes más cercanas al suelo de la planta y van subiendo dejando atrás un aspecto primeramente amarillento, luego de hoja parda y finalmente seca.

Los ácaros pertenecen al grupo de enemigos de las plantas que pican y chupan la savia, especialmente en el reverso de las hojas, que inicialmente adquieren un tono amarillento que avanza a un bronceado típico o incluso plateado, finalmente las hojas se pueden abarquillar, secarse y caer.

CONTROL

Eliminar y deshacerse de las hojas o cultivos afectados. Realizar tratamientos preventivos en plantas sensibles con un acaricida a base de azufre (autorizado para uso ecológico). El azufre se puede aplicar en forma sólida con una espolvoreadora o en forma líquida con un azufre en formulación mojable para mezclar con agua. ATENCIÓN: NO APLICAR AZUFRE CON TEMPERATURAS ALTAS SUPERIORES A 30 ºC YA QUE PUEDE PROVOCAR QUEMADURAS EN LAS HOJAS. En la naturaleza existen depredadores naturales de estos insectos. En un entorno equilibrado los niveles de daño causados por una plaga pueden ser asumibles, y sus enemigos naturales (otros insectos depredadores, hongos y bacterias) deberían mantener el número de estos insectos en niveles bajos. Por tanto, debemos encaminar nuestras actuaciones a mantener este equilibrio sin eliminar, por ejemplo, la fauna útil mediante el uso de insecticidas generales. Aplicación de productos autorizados en cultivo ecológico como la Azadiractina, materia activa del aceite de Neem, es un insecticida regulador del crecimiento cuyo principio activo actúa por contacto directo e ingestión de las larvas y se extrae de las semillas de los frutos del árbol del neem, es un producto de probada eficiencia insecticida.

CONTROL QUÍMICO

En caso de ataques severos podemos hacer servir un acaricida de síntesis. Es necesario que se preste atención a los plazos de seguridad de los productos y usarlos convenientemente.

Nematodos

No son ni insectos ni arácnidos, sino que pertenecen a una clasificación propia dentro del reino animal.

Son pequeños gusanos cilíndricos de tamaño normalmente microscópico que atacan las raíces de las plantas produciendo bultos y quistes o pudriciones en las raíces que disminuyen el crecimiento de las plantas o acaban con la vida de éstas.

CONTROL

El control de esta plaga es difícil, por lo que las medidas preventivas serán las herramientas de trabajo más eficaces. Facilitar la aireación del suelo consiguiendo una buena estructura del mismo. Suelos trabajados, con buena estructura y buen nivel de materia orgánica donde no se acumule en exceso el agua.

Control de los excesos de riego. En el caso del cultivo fuera tierra, eliminar el sustrato infestado y poner de nuevo tras desinfectar con lejía el recipiente de cultivo. En casos de suelos muy afectados se puede plantear una desinfección del suelo mediante un método conocido como solarización que consiste en recubrir el terreno después de regarlo durante el verano con un plástico durante varias semanas para que las altas temperaturas que se produzcan maten a los nematodos.

Caracoles y babosas

Caracol Muy habituales en nuestros huertos, pueden llegar a constituir un problema, ya que se alimentan de las partes más tiernas de nuestras plantas y en ocasiones pueden acabar con ellas comiéndose el tallo principal y haciendo la planta inviable, o incluso comiéndoselas totalmente.

Son animales de hábitos nocturnos, por lo que es posible que durante el día sólo observemos sus efectos sobre nuestros cultivos. Si no tenemos suficiente experiencia podemos confundir sus agujeros en las hojas con los de las orugas defoliadoras.

Así que, hay que fijarse bien en el rastro plateado que sus mucosas dejan tras de sí y que hace inconfundible la identificación de la plaga.

CONTROL

Podemos interponer obstáculos entre los márgenes del huerto, desde donde suelen cobijarse caracoles y babosas y las plantas, o incluso trampas, pero es mucho más práctico hacer uso de cebos para este tipo de plaga. Existen cebos autorizados para uso ecológico y muy efectivos.

CONTROL QUÍMICO

Como alternativa podemos hacer servir un cebo de síntesis.

Conejos, ratones, topos y pájaros

Los conejos, ratones, topos y pájaros pueden acabar con plantas, semillas germinando o plántulas pequeñas, y los de costumbres subterráneas además pueden afectar con sus galerías a las raíces de los cultivos.

CONTROL

En el caso de conejos, su control es complicado pero se puede recurrir a, por ejemplo, pastores eléctricos (un alambre electrificado a baja altura que da pequeños impulsos eléctricos) que tienen un efecto persuasivo; o podemos recurrir a hacer las plantas menos apetecibles para ellos.

Para lograrlo, se puede dejar en maceración unos picantes molidos en agua durante 24 horas y posteriormente filtrar el líquido resultante. Debemos mojar la superficie de las plantas con esta solución y conseguiremos que las plantas les resulten desagradables.

No es una solución definitiva y con el paso del tiempo la aplicación va perdiendo efectividad, por lo que debemos repetirla. En cuanto a los ratones o topos, podemos recurrir a trampas específicas para estos roedores.

Para los pájaros podemos construir un tradicional espantapájaros, pero se acaban acostumbrando, es más práctico hacer servir una red antipájaros que le impida el acceso. No es necesaria un gran estructura, solo extender la red por encima del cultivo hasta que las plantas sean suficientemente grandes.

CONTROL QUÍMICO

En el caso de ratones y topos podemos recurrir a los numerosos cebos que encontramos en el mercado. Es importante alternar materias activas para que no se acostumbren a ellas y pierdan efectividad. En el caso de tener animales domésticos cerca del huerto se pueden introducir estos cebos en un portacebos que lo protege de ingestiones accidentales.

Accidentes y fisiopatías

Las carencias o excesos de nutrientes y también las condiciones del medio (temperaturas extremas, golpes de sol, polución, etc.) también afectan al correcto desarrollo de las plantas.

Por eso, deberán tenerse en cuenta, ya que además de presentar síntomas parecidos a los de las enfermedades, también pueden propiciar la aparición de éstas debido a la debilidad que generan en las plantas.

En ocasiones, los problemas en las plantas no están asociados a una enfermedad o a una plaga, sino que es a causa de una accidente meteorológico (una helada, una granizada), humano (una fitotoxicidad) o a una carencia o exceso de nutrientes. Vamos a enumerar estos posibles problemas:

Problemas asociados a la meteorología

Heladas

Planta de tomate congeladaTodas las plantas tienen una temperatura de supervivencia por debajo de la cual se producen quemaduras por efecto de la congelación de sus células. Las plantas tienen un punto óptimo de temperatura de crecimiento. Por encima o por debajo de este punto y a medida que las temperaturas van siendo más extremas se llega a un punto de crecimiento cero. A partir de aquí, y en el caso de bajadas de temperatura, llega un momento en que cada planta tiene una temperatura límite de supervivencia. En tomate, por ejemplo, son 0ºC, y en lechuga -10ºC. Por debajo de estas temperaturas la planta se ve afectada, primero flores, frutos y hojas, luego las partes más duras y finalmente la planta muere.

Golpes de sol, asoleamiento

Asoleamiento en tomateEn aquellas plantas que cultivamos para obtener sus frutos se puede producir un acorchamiento de la piel que deprecia el fruto a causa de un exceso de radiación. Una poda excesiva de hojas en cultivos como el tomate o el pimiento puede causar este efecto pernicioso.

 

 

Granizo

GranizoLos impactos de las piedras de granizo pueden agujerear las hojas del cultivo hasta devastarlo por completo y dañar las flores y los frutos. En el caso de que los meteoros no hayan destrozado por completo la plantación, es conveniente realizar aplicaciones a base de cobre en cuanto la planta esté seca. El Fungicida Cobre, producto autorizado para uso ecológico que favorecerá la cicatrización y evitará el ataque de hongos. Repetir a los pocos días.

 

Viento

VientoUna fuerte ventada puede, además de ocasionar roturas de hojas y ramas, hacer caer flores y frutos y producir lesiones por sequedad en plantas demasiado tiernas si el viento es cálido y seco.

 

 

 

 

Problemas asociados a la fertilización

Exceso de abonado

A veces, ya sea por un uso excesivo de fertilizantes orgánicos y/o químicos producimos una salinización excesiva en el entorno de la planta. Si la salinización es severa, el primer síntoma es la falta de agua en la planta y la flacidez en hojas y tallos tiernos se hace patente, hasta el punto que puede llegar a matar a la planta. Antes de volver a replantar el cultivo deberemos repartir la tierra de esa zona por la superficie del huerto. Cuando la salinización no es tan grave el exceso de sal puede ralentizar y amarillear la planta. En estos casos, hay que realizar riegos profundos para que el exceso de sal vaya a las zonas más profundas fuera del alcance de las raíces.

Exceso de abonado nitrogenado

Un excesivo nivel de nitrógeno producido por abonos químicos u orgánicos puede provocar plantas más frágiles y de entrenudos más largos y más susceptibles de ataques de enemigos de las plantas. Además, en el caso de cultivos asociados a la producción de frutos, puede favorecer el crecimiento excesivo de la planta en detrimento de la producción, con lo que tendremos plantas exuberantes sin ninguna fruta.

La carencia de hierro. Clorosis férrica

Hay plantas que son más susceptibles que otras a la falta de hierro y, generalmente, es debido a los efectos adversos de un suelo alcalino que bloquea la absorción de hierro. También se puede dar, en cultivo hidropónico, en aquellos substratos agotados. Se manifiesta en la planta con un amarilleamiento de las hojas más jóvenes en las zonas internervales. Esta afección se suele solucionar con aportes de hierro en forma de quelato. En el mercado encontramos diferentes formatos y calidades de quelato de hierro. El quelatado es un proceso natural en el que la molécula mineral de hierro queda protegida y accesible a las raíces de las plantas.

La carencia de calcio. Necrosis apical

Esta carencia es común en muchas plantas y es consecuencia de diversos factores. El calcio es un elemento poco móvil dentro de la planta y sus efectos se manifiestan en las partes en crecimiento: hojas jóvenes (en lechuga: partes secas en los bordes de las hojas interiores del cogollo) o frutos (en tomate: en la parte inferior del tomate aparece primero una decoloración circular y posteriormente se observa como la piel se deprime y se forma una mancha circular oscura). Un crecimiento excesivamente rápido o niveles de calcio difícilmente accesibles en el suelo son la causa principal. El calcio quelatado es muy efectivo a corto plazo. Abonados de nitrato cálcico y el estiércol en menor medida se consideran también aportes efectivos de calcio al suelo.

Problemas asociados a malos manejos

Fitotoxicidades

Tiene que ver con tratamientos en las plantas con productos fitosanitarios a dosis altas o en momentos que no son adecuados. Por ejemplo, dosis excesivas de cobre pueden resultar fitotóxicas. Un tratamiento con azufre en horas de altas temperaturas puede producir quemaduras, y también las puede producir el efecto lupa que hacen las gotas de agua de un tratamiento en horas donde la radiación solar es alta. Es importante seguir las instrucciones de uso y las dosis de los productos que aplicamos sobre las plantas. Mención aparte merecen los efectos de los herbicidas sobre los cultivos que generan quemaduras y malformaciones cuando se produce un error. Es muy importante LIMPIAR MUY BIEN EL APLICADOR tras su uso con un herbicida, ya que si dejamos residuos podemos afectar a las plantas que tratemos posteriormente con el mismos aplicador. Por esta razón RECOMENDAMOS TENER DOS APLICADORES, UNO PARA LAS APLICACIONES DE FITOSANITARIOS CONVENCIONALES Y OTRA PARA EL HERBICIDA.

Malas hierbas

Una de las faenas más pesadas y que pueden llevar al desánimo a la hora de cultivar un huerto es el control de las malas hierbas. En general, una mala hierba es cualquier vegetal que compita por los recursos (agua, nutrientes y luz) con nuestro cultivo, y debemos eliminarlas.

En general, las malas hierbas se controlan eliminándolas manualmente, ya sea arrancándolas, o con una labor de cultivo llamada escardado, que consiste en una labor ligera de la parte más superficial del suelo que no afecte a las raíces de los cultivos pero que permita eliminarlas.

Algunas reglas básicas a seguir para que el control sea llevadero: No dejar que las malas hierbas fructifiquen y consigan arrojar semillas en el huerto, ya que el trabajo se multiplicará en el futuro inmediato. Intentar controlar los márgenes del huerto para que no aparezcan hierbas que se reproduzcan por semillas y que puedan invadir con facilidad el huerto. No hacer aportes de estiércol que no esté procesado para eliminar las semillas de malas hierbas.

El estiércol Agrimartín Fe biológico en sacos reúne estos requisitos. Intentar realizar riegos localizados para que sólo aparezcan hierbas allí donde hay humedad suficiente y sea fácil localizarla y eliminarla. El acolchamiento del suelo es una medida muy útil para el control.

Consiste en cubrir total o parcialmente el suelo de cultivo con una lámina de plástico opaca o con una capa de material orgánico, como por ejemplo la paja. Con este sistema se consigue un tipo de efecto invernadero más localizado en la zona radicular permitiendo un mayor desarrollo de la planta y a la vez evitar la aparición de malas hierbas.

Un tercer efecto positivo se deriva de esta operación y es el mejor aprovechamiento del agua, ya que evita en gran medida la evaporación de agua del suelo. En el acolchamiento del suelo es aconsejable la instalación de un riego localizado por goteo por debajo del acolchado para que el acceso al agua de las plantas no se vea limitado. La Solarización, que consiste en recubrir el terreno después de regarlo durante el verano con un plástico durante varias semanas para que las altas temperaturas que se produzcan maten los hongos y otras plagas del suelo. También da buenos resultados en el control de las semillas de las malas hierbas.

CONTROL

Una de las faenas más pesadas y que pueden llevar al desánimo a la hora de cultivar un huerto es el control de las malas hierbas. En general, una mala hierba es cualquier vegetal que compita por los recursos (agua, nutrientes y luz) con nuestro cultivo, y debemos eliminarlas.

En general, las malas hierbas se controlan eliminándolas manualmente, ya sea arrancándolas, o con una labor de cultivo llamada escardado, que consiste en una labor ligera de la parte más superficial del suelo que no afecte a las raíces de los cultivos pero que permita eliminarlas.

Algunas reglas básicas a seguir para que el control sea llevadero: No dejar que las malas hierbas fructifiquen y consigan arrojar semillas en el huerto, ya que el trabajo se multiplicará en el futuro inmediato. Intentar controlar los márgenes del huerto para que no aparezcan hierbas que se reproduzcan por semillas y que puedan invadir con facilidad el huerto.

No hacer aportes de estiércol que no esté procesado para eliminar las semillas de malas hierbas. El estiércol Agrimartín Fe biológico en sacos reúne estos requisitos. Intentar realizar riegos localizados para que sólo aparezcan hierbas allí donde hay humedad suficiente y sea fácil localizarla y eliminarla.

El acolchamiento del suelo es una medida muy útil para el control. Consiste en cubrir total o parcialmente el suelo de cultivo con una lámina de plástico opaca o con una capa de material orgánico, como por ejemplo la paja. Con este sistema se consigue un tipo de efecto invernadero más localizado en la zona radicular permitiendo un mayor desarrollo de la planta y a la vez evitar la aparición de malas hierbas.

Un tercer efecto positivo se deriva de esta operación y es el mejor aprovechamiento del agua, ya que evita en gran medida la evaporación de agua del suelo. En el acolchamiento del suelo es aconsejable la instalación de un riego localizado por goteo por debajo del acolchado para que el acceso al agua de las plantas no se vea limitado.

La Solarización, que consiste en recubrir el terreno después de regarlo durante el verano con un plástico durante varias semanas para que las altas temperaturas que se produzcan maten los hongos y otras plagas del suelo. También da buenos resultados en el control de las semillas de las malas hierbas.

CONTROL QUÍMICO

Los herbicidas son productos fitosanitarios de síntesis que como su propio nombre indica eliminan las malas hierbas tras su aplicación. NO RECOMENDAMOS EL USO DE HERBICIDAS EN EL HUERTO a no ser que ya sea un hortelano experimentado, ya que puede dar lugar a desagradables sorpresas. Y se deben aplicar en los márgenes o en los pasillos del huerto, NUNCA ENTRE LAS PLANTAS. Existen herbicidas selectivos que no afectan a ciertos cultivos y sí a las malas hierbas, pero son para uso de aplicadores autorizados y no se ofertan para un uso doméstico. Es importante no usar el herbicida cuando hay viento, aunque sea una brisa suave, ya que la deriva puede llevar el producto a un cultivo y afectarlo. Existen unas campanas especiales para las lanzas de los aplicadores muy útiles para evitar la deriva. También es importante LIMPIAR MUY BIEN EL APLICADOR tras su uso, ya que si dejamos residuos, pueden afectar a las plantas que tratemos posteriormente con el mismos aplicador. Por esta razón RECOMENDAMOS TENER DOS APLICADORES, UNO PARA LAS APLICACIONES DE FITOSANITARIOS CONVENCIONALES Y OTRA PARA EL HERBICIDA.
Guía de cultivo
  • Cómo hacer un huerto
  • El clima
    • La luz y el huerto. Las plantas son mágicas
    • La temperatura y el huerto
    • El agua y el huerto
    • El viento y el huerto
    • Cómo modificar el clima en nuestro huerto
  • El suelo
    • El suelo y sus características generales
    • El cultivo sin suelo y la hidroponía
      • El continente
      • El contenido: los sustratos
  • Técnicas de cultivo
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    • El riego
      • Cómo regar en el cultivo de suelo convencional
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      • Cuándo regar un huerto
      • Cuánto regar el huerto
    • La fertilización
    • Rotaciones, asociaciones y plantas beneficiosas
  • Defensa fitosanitaria
    • Protección de cultivos en el huerto ecológico
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    • Los enemigos de las plantas. Una clasificación fácil
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