Labores de cultivo
Laboreo
En suelo convencional, antes de cualquier otra operación, debemos realizar un laboreo, que consiste en mover y voltear la tierra para conseguir una estructura óptima para la siembra o el trasplante. Con azadas o ayudados de maquinaria como una fresadora o rotovator tenemos que trabajar el suelo hasta conseguir una superficie mullida y apta para el cultivo. También es importante el aporte de un abonado de fondo en el momento de realizar esta operación.
En cultivo fuera suelo y en el caso de no usar un substrato por primera vez, también es conveniente mover la tierra de las macetas o mesas de cultivo antes de una nueva plantación.
Siembra y crecimiento del plantel
La mayor parte de cultivos hortícolas se reproducen por semilla. La siembra es el proceso de plantar semillas para que germinen y se desarrollen como plantas. Es un proceso delicado y por eso es un trabajo que suele hacer un especialista.
Esta es la labor principal de cultivo que se lleva a cabo en Fitoralia.
En Fitoralia plantamos las semillas en un substrato a base de turba y las hacemos germinar en una cámara con temperatura y humedad específicas para cada especie. Una vez germinadas, las plántulas se hacen crecer en los invernaderos hasta su estado óptimo para la venta.
El plantel de Fitoralia es la planta mejor preparada posible para el trasplante, con una parte aérea desarrollada al máximo y una maceta grande con un volumen de raíces (cepellón) excepcional que dará a la planta un potencial de desarrollo superior a cualquier otra.
Nuestra experiencia nos ha enseñado que:
MIENTRAS MÁS GRANDE Y EQUILIBRADA (VOLUMEN DE RAÍZ/VOLUMEN DE HOJA) SEA LA PLANTA, MEJOR RESISTIRÁ EL PROCESO DE TRASPLANTE Y ANTES ENTRARÁ EN PRODUCCIÓN. TAMBIÉN TENDRÁ MAYOR RESISTENCIA A LAS INCLEMENCIAS METEOROLÓGICAS Y A LOS EFECTOS DE PLAGAS Y ENFERMEDADES.
POR EJEMPLO, UN CULTIVO DE TOMATE DE PLANTEL DE FITORALIA PUEDE AVANZAR SU ENTRADA EN PRODUCCIÓN HASTA TRES SEMANAS CON RESPECTO A UN TOMATE DE PLANTEL TRADICIONAL.
Marco de plantación y trasplante
Una vez adquirido el plantel hortícola, el trasplante consiste en plantar las macetas de plantel al suelo definitivo donde se va a desarrollar la planta hasta que lleguen a dar su producción final.
Previo al trasplante debemos decidir el marco de plantación, el sistema de riego y si vamos a acolchar el suelo. En su caso se deberán realizar las operaciones pertinentes como colocación de mangueras de goteo y plásticos o mallas antihierba.
El marco de plantación en un huerto de suelo convencional es algo que debemos dibujar previamente a las operaciones de trasplante. En general, debemos tener en cuenta cómo serán de grandes las plantas en su estado adulto para considerar un marco apropiado de distancia entre ellas, y, además, tenemos que pensar en dejar pasillos por los que podamos transitar con comodidad para realizar las labores de cultivo y la recolección.
Además, debemos garantizar a las plantas la iluminación y la aireación óptimas. Por ejemplo, en una orientación hacia el sur es importante no colocar primero plantas altas entutoradas como tomates o judías que proyecten sombra a las que queden por detrás y sean más bajitas como las berenjenas.
Para establecer un marco de plantación entre plantas usaremos la lógica. Si vamos a plantar lechugas, tendremos en cuenta cómo serán de grandes cuando las cojamos para consumir. Así pues, las plantaremos a esa distancia más un poquito más. Otros cultivos que se deben entutorar, como por ejemplo los tomates, tienen un marco de plantación sujeto a la forma en la que vamos a colocar los tutores. Así, las plantas de tipo rastrero, como por ejemplo los melones, requerirán de una superficie amplia para que puedan desarrollarse. Finalmente, hay cultivos en los que la distribución de las plantas se realizará en una superficie determinada de terreno formando un cuadro de cultivo donde las plantas se distribuirán al azar pero a una densidad de plantación estable y suficiente para su desarrollo, como por ejemplo espinacas o zanahorias.
En las fichas de cultivo se dan marcos recomendados a cada planta, pero debemos plantearnos el dibujo general en su conjunto previamente.
Una vez preparado el terreno y establecido el marco de plantación, retiraremos la maceta de plástico que recubre las raíces del plantel Fitoralia y tras hacer un pequeño agujero donde quepa el cepellón de raíces, lo introduciremos, lo cubriremos de tierra por los costados y posteriormente lo regaremos en abundancia.
Entutorado
Algunas de las plantas que cultivamos en nuestro huerto necesitarán de un entutorado para que se puedan desarrollar en plenitud. Es el caso de las judías y guisantes de enrame, los tomates, e incluso los pimientos y pepinos si se desea.
En algunos casos, por necesidades morfológicas como las judías, y en otros, por comodidad o falta de espacio como los pepinos, planteamos la necesidad de establecer una estructura que soporte el peso de la planta y su producción. Esta estructura tradicionalmente se hace con cañas y en forma de tipi clavando cuatro tutores al lado de la planta y atándolos a cierta altura, por ejemplo a 1,5 m. Se puede reforzar esta simple estructura atravesando otra caña o tutor por encima de las ataduras y uniendo los tipis entre sí.
Más recientemente otras formas de entutorado han sustituido a las tradicionales cañas: mallas de entutorar sustentadas por palos de madera y una cuerda horizontal. O La misma malla sujeta a una estructura formada por cañas. En esta malla la planta se va guiando y apoyando. También se pueden usar cuerdas verticales sustentadas en una estructura de palos similar a la anterior, por donde la planta se va apoyando a medida que crece.
La mayor parte de las plantas que entutoramos necesitarán de nuestra intervención para que se enramen correctamente, como por ejemplo los tomates. Cuando entutoramos con cañas debemos ir atando con una cuerda sin apretar las plantas a la estructura. Cuando utilizamos mallas o cuerdas, debemos ir pasando los tallos por los huecos uno al derecho y otro al revés a medida que la planta crece o, en el caso de una cuerda tutor, ir girando la cuerda para que la planta se aguante en la base de las hojas.