Phaseolus vulgaris de la familia de las Leguminosas.
Planta de origen americano introducida en Europa a partir del siglo XVI.
En nuestras latitudes es una planta anual de ciclo de cultivo de primavera-verano.
La judía se produce para obtener su fruto y sus semillas. Es una planta compacta o trepadora según su variedad. El fruto es alargado, plano o cilíndrico, y el color de sus vainas son verdes, pero también las hay blancas, amarillas y jaspeadas rojas. Cuando se cosechan para su consumo como judía verde, se recogen las vainas cuando las semillas están inmaduras y la vaina no está fibrosa, en el caso de judía para grano se debe dejar madurar la vaina.
- Marco de plantación: Para la judía de mata alta trepadora se prepara un marco para entutorar que habitualmente es de 40 x 40 cm y pasillos entre líneas de 0,8 a 1,2 m. En el caso de judía de mata baja utilizar alineaciones con plantas cada 25 cm.
Temperatura: Es un cultivo exigente en calor. La temperatura mínima de supervivencia es de 0º. El cultivo en invernadero permitirá avanzar la entrada en producción y alargarla. La protección al aire libre mediante pequeños túneles y acolchados también es práctica habitual.
40-45º |
20-30º |
10-20º / 30-40º |
0/ 10º |
No hay crecimiento | Crecimiento óptimo | Crecimiento aceptable | No hay crecimiento. Por debajo de 0º muerte de la planta. |
Suelo suelto y bien drenado; rico en materia orgánica y de pH óptimo entre 5,5-7. Sensible al exceso de cal y por tanto susceptible a clorosis férrica (amarilleamiento por falta de hierro) | Abonado rico en potasio. |
Regular y abundante en plena producción.
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Calendario de transplante y recolección. La judía es una planta que marca su momento de transplante con la época libre de heladas. Según nuestra zona de cultivo y dependiendo del momento en que estemos en época libre de heladas o de menor riesgo, podremos hacer el transplante. Como referencia, necesita más calor que el tomate para su crecimiento, por lo que en el caso de plantaciones tempranas lo plantaremos más tarde que el tomate. En fitoralia hay plantel en macetitas durante la primavera, y también semilla para las producciones más tardías.
La judía es una planta de la que podemos hacer varias tandas de cultivo. Por ejemplo una más temprana, otra a media temporada y una tardía. En el momento en que la primera tanda entra en plena producción, podemos plantar la segunda para que cuando la inicial entre en declive tengamos nuevas producciones en marcha, sobre todo en judía de mata baja.
Variedades:
Judía de mata alta Música. Judía de enrame para entutorar de vaina larga y plana, muy productiva.
Judía de mata baja Nassau. Judía de mata baja y vaina redonda. Menos productiva que la de enrame, pero también requiere menos trabajo.
Labores de cultivo específicas:
ACOLCHADO. El acolchamiento del suelo consiste en cubrir total o parcialmente el suelo de cultivo con una lámina de plástico opaca o con una capa de material orgánico, como por ejemplo la paja. Con este sistema se consigue una tipo de efecto invernadero más localizado en la zona radicular permitiendo un mayor desarrollo de la planta y a la vez evitar la aparición de malas hierbas. Un tercer efecto positivo se deriva de esta operación y es el mejor aprovechamiento del agua, ya que evita en gran medida la evaporación de agua del suelo. En el acolchamiento del suelo es aconsejable la instalación de un riego localizado por goteo por debajo del acolchado para que el acceso al agua de las plantas no se vea limitado.
ENTUTORADO. La planta de judía de enrame se debe entutorar ya que es una planta que no soporta su propio peso. Tradicionalmente se forma una estructura con cañas y en forma de tipi clavando cuatro tutores al lado de la planta y atándolos a cierta altura por ejemplo a 1,5 m; se puede reforzar esta simple estructura atravesando otra caña o tutor por encima de las ataduras y uniendo los tipis entre sí. Más recientemente otras formas de entutorado han sustituido a las tradicionales cañas: mallas de entutorar sustentadas por palos de madera y una cuerda horizontal o por la misma estructura anterior formada por cañas, por donde la planta se va guiando. La judía se enrolla por si misma a los tutores.
SIEMBRA: Sembrar las judías en golpes de 4 o 5 semillas practicando un pequeño agujero en el suelo en el marco de plantación establecido. Mojar las semillas y el suelo con un riego, taparlas con sustrato de cultivo (la tierra puede crear una corteza al secarse que dificulte la emergencia de las plantas) y acabar de regar. No volver a regar hasta que las semillas emerjan a no ser que estemos en condiciones de mucho calor y el sustrato haya perdido mucha humedad.
Consejos para cultivo fuera suelo: Recomendamos para cultivo fuera suelo las variedades de mata baja. En el caso de utilizar judías de porte alto, las mesas de cultivo no son prácticas para cultivarlas, se aconsejan las macetas o los sacos de cultivo.
En cultivo fuera suelo es muy importante mantener las plantas fertilizadas durante todo el ciclo de cultivo, ya que los riegos son constantes y lavan el suelo de nutrientes; por eso es necesario ir aportándolos mientras dure el cultivo.
Los riegos tienen que ser muy regulares y no permitir nunca que el sustrato se seque en exceso.
Un buen substrato es el mejor secreto del éxito.
PLAGAS:
Insectos devoradores de hojas y frutos: La Oruga del tomate (Heliothis sp.), y la Rosquilla Negra( Spodoptera sp.) atacan produciendo daños en hojas.
Insectos minadores de hojas: Lyriomiza sp. Pequeña oruga que crea galerías en las hojas entre las dos epidermis.
Mosca blanca: Insecto volador de color blanco y de pequeño tamaño que chupa la savia de las hojas y crea una película sucia sobre las hojas (negrilla).
Pulgón: Insecto con aspecto de rombo que succiona savia de la planta.
Ácaros: La Araña roja (Tetranychus cinnabarinnus) produce el amarilleamiento en las hojas basales de la planta y colonias rojizas del acaro en el envés de las hojas.
Insectos de suelo: Los Gusanos grises (Agrotis sp) devoran la base del tallo de la planta y y los Gusanos de alambre (Agriotes sp.) atacan las raíces del tomate
Nematodos: Generalmente Heterodera sp. Producen enanismos, amarilleamiento y finalmente marchitamiento, se observan quistes en las raíces.
Caracoles y Babosas: Producen daños en las hojas, especial atención tras la germinación y el transplante ya que pueden acabar con la planta.
ENFERMEDADES:
Hongos de suelo y basculares: Fusarium solani, Thielaviopsis basicola, Pytium sp. y Rhizoctonia solani, también Sclerotinia sclerotiorum producen enfermedades del cuello de la raíz, por lo que sus efectos son primero un amarilleamiento y después flacidez de las hojas, como si le faltase agua, llegando al colapso total.
Antracnosis de la judía: (Colletotrichum lindemuthianum) produce manchas negras en las hojas a partir de la nerviación hasta la defoliación de la planta. Tratamientos con fungicidas generales.
Roya de las judías: Produce zonas amarillentas en las hojas que en el reverso corresponden a zonas pardas o rojizas.
Oídio: Erysiphe poligoni .Produce manchas amarillas en hojas y en el envés se aprecia un vello blanco característico.
Podredumbre gris: Botrytis cinerea. Frecuente en cultivo bajo plástico, produce un moho gris en hojas tallos y frutos.
Virus: Producen brotes jóvenes amarillentos, deformados y pequeños, además de coloraciones extrañas en las hojas.
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