Cómo hacer un huerto
Hemos decidido hacer un huerto
Para algunos será la primera vez, otros volverán a retomar una actividad realizada hace mucho tiempo, quizá de la mano de sus padres. Seguro que los hay que llevan toda la vida teniendo un huerto pero saben que siempre les queda algo nuevo por hacer.
El caso es que existen muchas razones para hacer un huerto, como llevar una alimentación más sana y saludable o simplemente tener a mano lo necesario para hacer una buena ensalada. El huerto, además, nos distrae, nos tranquiliza y, durante un rato, desaparecen nuestras preocupaciones diarias. Si tenemos hijos pequeños, podemos practicar esta actividad con ellos, sin contar que disfrutarán llenándose las manos de tierra y plantando ellos mismos lo que después se van a comer; y si nos hemos jubilado, ha llegado el momento de dedicarle tiempo a algo que siempre habíamos querido hacer. Además también podemos encontrar belleza en un huerto.
Es decir, que no hay excusas y en Fitoralia queremos ofrecerte nuestra ayuda y nuestros productos para que tu huerto sea un éxito.
Para crear un huerto no son necesarias unas condiciones especiales y cualquiera puede lograrlo. Podemos hacer un huerto casi en cualquier sitio: en un terreno pensado para ello, en una parte del jardín de una casa, o incluso en nuestras terrazas y balcones. Y podemos hacerlo en el suelo, en macetas, en sacos de cultivo, en mesas o incluso en paredes. En Fitoralia os diremos cómo. Así que, ¡Adelante!
Esta es una guía de cultivo que nos ayudará a preparar y cuidar nuestro huerto, y que constantemente nos aconsejará opciones para tomar las decisiones que mejor se adapten a nosotros y a nuestros cultivos. La primera decisión importante que hay que tomar para hacer nuestro propio huerto es saber si va a ser ecológico o de producción integrada, por lo tanto debemos saber para decidir: ¿En qué consisten estas dos posibilidades? Vamos a verlo.
¿En qué consiste la producción ecológica?
Un huerto de producción ecológica está basado en la no utilización de productos químicos de síntesis durante el crecimiento y cuidado de las plantas, ni como abono ni para tratamientos fitosanitarios. Hay quien cree que, en una huerta ecológica, no se les pone nada a las plantas para cuidarlas. Con esa interpretación difícilmente llegaremos a recoger producciones. Por el contrario, es un tipo de huerto en que los tratamientos con productos autorizados son frecuentes, ya que la mayor parte de ellos son preventivos y tienen un efecto limitado en el tiempo, por lo que será necesario ir repitiéndolos.
Estos fitosanitarios autorizados para producción ecológica son en su mayoría extractos o modificaciones de productos naturales que tienen diversos efectos sobre los enemigos de las plantas. El concepto de huerto ecológico ofrece una filosofía de actuaciones en las que intentamos jugar con las cartas que nos da la naturaleza y utilizarlas en nuestro beneficio teniendo como condición el respecto al medio ambiente y el equilibrio con nuestro entorno.
A favor de la huerta ecológica, decir que tenemos producciones que se pueden recoger en cualquier momento y que han crecido en equilibrio con la naturaleza.
En contra, debemos decir que en ciertos cultivos exigentes en nutrientes, las producciones pueden verse limitadas y, sobre todo, DEBEMOS ASUMIR QUE PODEMOS PERDER LAS PRODUCCIONES Y LOS CULTIVOS A CAUSA DE UNA PLAGA O ENFERMEDAD QUE NO PODEMOS CONTROLAR. Los productos fitosanitarios autorizados en cultivo ecológico tienen sus limitaciones y, en ocasiones, fuertes ataques de los enemigos del huerto pueden hacer que los productos aplicados no los lleguen a controlar y afecte irreversiblemente a las plantas y a sus producciones.
Muchas veces como horticultores aficionados nos llegan mensajes confusos sobre qué tipo de actuación en un huerto es ecológica o no. Para poder definirnos con un criterio, en Fitoralia utilizamos la legislación vigente para establecer las pautas de trabajo de nuestra huerta ecológica.
La agricultura ecológica comercial consiste en una convención de reglas fijadas por organismos gubernamentales que regulan el manejo de los cultivos. El cumplimiento de esas reglas garantiza las características de esos cultivos desde el inicio del cultivo hasta su venta para poder denominarlos y venderlos como ecológicos. La normativa que regula la producción ecológica es el Reglamento (CE) 834/2007 del Consejo sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos europeos. Y el Reglamento (CE) 889/2008 de la Comisión, de 5 de septiembre, de 2008, por el que se establecen disposiciones de aplicación del Reglamento (CE) 834/2007 del Consejo, sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos respecto a la producción ecológica, su etiquetado y su control.
¿Y la producción integrada?
Este tipo de huerto recoge las buenas prácticas de la producción ecológica pero nos permite hacer uso de abonos y fitosanitarios de síntesis, si no existe otra alternativa, siempre y cuando se haga un buen uso de ellos.
La alternativa a la huerta ecológica es un sistema de cultivo que debe garantizar la sanidad y salud de las producciones.
Básicamente utiliza los métodos de control fitosanitarios de la huerta ecológica, pero cuando se presenta algún problema sanitario en las plantas recurre al producto fitosanitario de síntesis adecuado al cultivo para solucionar el problema y que las producciones lleguen a buen término. Además, nos permite abonar con abonos de síntesis que dan una atención más ajustada a las necesidades de cada cultivo durante el tiempo que éste dure.
A favor de la huerta de producción integrada, decir que tenemos producciones más largas y generosas y soluciones a la mayor parte de los problemas sanitarios que pueden afectar a nuestras plantas.
En contra, debemos decir que TODOS LOS PRODUCTOS FITOSANITARIOS DE SÍNTESIS TIENEN UNOS PLAZOS DE SEGURIDAD QUE SE DEBEN CUMPLIR ENTRE LA APLICACIÓN Y LA RECOLECCIÓN Y EN LOS QUE NO PODREMOS RECOGER NUESTRAS PRODUCCIONES. Por tanto, debemos prestar atención al producto y al momento de aplicación para limitar este efecto adverso.